¿Encías retraídas?

En ocasiones puedes observar que un diente parece estar más largo en comparación con los demás, es posible que sientas sensibilidad a diferentes factores como el frío, el calor  y los alimentos dulces, en otros casos incluso puedes llegar a presentar sangrado de encías sin razón aparente. Todos estos síntomas pueden indicar que estás frente a una recesión de tus encías, a continuación te explicamos que es y cómo puedes prevenirla.

¿Qué es?

Gran parte de la población la padece, pero muy pocos saben que es. La recesión o retracción gingival no es más que  el desplazamiento de la encía por debajo de la corona del diente, dejando al descubierto la raíz. Es un problema de salud bucodental y su progresión conduce en muchos casos a la pérdida dentaria.

Al retraerse la encía y dejar al descubierto la zona de la raíz, ésta queda expuesta a una gran sensibilidad, lo que puede resultar muy molesto cuando se ingieren alimentos fríos, calientes, dulces o ácidos. Adicionalmente esta afectación impacta directamente la apariencia estética de la sonrisa y favorece la presencia de lesiones cariosas en la zona afectada.

Causas principales de una recesión gingival

  • Edad Avanzada
  • Posición incorrecta del diente en boca
  • Inflamación de las encías
  • Cepillado traumático
  • Consumo de tabaco
  • Hábito de bruxismo (Rechinar dientes con mucha presión)

Consejos para evitar la retracción de la encía

  1. Higiene bucal: debemos mantener siempre una boca limpia y evitar la acumulación de placa bacteriana. Realizar una limpieza minuciosa tres veces al día con un cepillo de cerdas suaves y evitar movimientos bruscos durante el cepillado. La práctica de una técnica de cepillado que promueva el masaje de las encías evita en gran medida la retracción de las mismas.
  2. Visita al odontólogo: La revisión odontológica cada 6 meses es sumamente importante, además de realizar la limpieza dental, el profesional eliminará el sarro acumulado en nuestras encías y podrá emitir un diagnóstico claro de la salud de nuestra boca.

En caso de que ya tus encías estén retraídas, en dependencia del grado de avance existen dos opciones: si la recesión es leve, se opta por cubrir la superficie afectada con material restaurativo (resina), en caso de que la recesión sea mayor, los tratamientos para corregir el defecto son de tipo quirúrgico. Estos procedimientos pueden ser injertos o técnicas regenerativas, estos son realizados por el odontólogo especializado.

En todos los casos es recomendable realizar una evaluación de la mano de nuestro odontólogo, a fin de realizar un diagnóstico adecuado y conocer las técnicas correctas de cepillado, con el objetivo de reducir las probabilidades de padecimiento de la enfermedad.

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